El presidente Hugo Chávez ha pasado hoy por las armas, en el Fuerte Tiuma de Caracas, a la emisora de televisión privada pionera en Venezuela, en cumplimiento de las múltiples amenazas que ha hecho de acabar con los medios desafectos a su «revolución bolivariana y socialista».
Radio Caracas Televisión (RCTV), una emisora comercial cincuentenaria que transmite desde el 15 de noviembre de 1953 y es uno de los dos emblemas del sector en Venezuela, no tendrá renovada en marzo próximo la concesión del Estado para utilizar su frecuencia de transmisión.
Lo aseguró Chávez ante su principal platea: los militares, y embalado como parece estar ahora en acabar de construir su revolución.
Tras haber ganado nuevamente unas elecciones —el pasado 3 de diciembre y con el 62 % de los votos— Chávez se siente con fuerza suficiente para adoptar una medida por la que seguramente le van a caer encima asociaciones nacionales e internacionales de periodistas y de dueños de medios, la mayoría de la opinión pública del mundo libre que cree en valores esenciales como son las libertades de prensa y de empresa, y seguramente también abundantes gobiernos.
El líder venezolano ha recordado hoy mismo, a renglón seguido, poniendo por testigos a los miembros de las cuatro ramas de las fuerzas armadas venezolanas, a los que ha rebautizado en el mismo acto, que su revolución, iniciada en 1999 cuando alcanzó el poder, ha entrado en la fase culminante.
Chávez afirmó que el día de su última elección nació «una nueva era» y marcó «el punto de partida» para «un nueva ofensiva, un nuevo impulso» en la revolución.
El anuncio de cierre virtual de Radio Caracas Televisión —o de que esa estación de televisión no continuará en manos desafectas como las de sus actuales dueños, encabezados por Marcel Granier— ha sido hecho durante la fiesta castrense de fin de año en Fuerte Tiuna, en la que se ha puesto de relieve el ideleble compromiso civil y militar con la revolución chavista.
Chávez, que vestía de uniforme militar, con boina roja, clamó con su vehemencia habitual: «No habrá nueva concesión para ese canal golpista que se llama Radio Caracas Televisión» (…) «Se acabó y se acabó» (…) «Ya está redactada la medida, así que vayan preparando» (…) «No se va a tolerar aquí ningún medio de comunicación que esté al servicio del golpismo, contra el pueblo, contra la nación, contra la independencia nacional, contra la dignidad de la República».
Todo apunta a que la «revolución bolivariana» tiene la intención de acabar en esta su nueva etapa de definiciones, mediante la misma medida administrativa, con los medios de radio y televisión que Chávez considera envueltos en alegadas actividades subversivas contra su gobierno.
La más señalada por el chavismo, junto a RCTV, es «Globovisión», que dirige Alberto Federico Ravel. «Venevisión», empresa de los Cisneros, que en 1998 condescendió con Chávez ante su imparable llegada al poder y en los acontecimientos del 2002 se sumó decididamente a la oposición, da la sensación de estar ahora en un cuarto intermedio.
Desde que llegó el poder, Chávez ha mantenido unas relaciones muy turbulentas y tormentosas con los medios privados de comunicación —estas emisoras de televisión y también los diarios «El Nacional» y «El Universal»— , especialmente a raíz del golpe de 2002 que le tuvo 47 horas fuera del poder y la severa crisis política y económica en la que luego se debatió el país. Los mediosa sumieron el papel de oposición en un país donde las fuerzas políticas contrarias a Chávez habían quedado diezmadas y dispersas.
Radio Caracas Televisión es el canal comercial pionero en Venezuela. Fue pionera en todo: las transmisiones en directo, las telenovelas, los programas de variedades, los informativos regulares, el videotape, el sonido estereofónico y hasta el color. Programas suyos, especialmente las telenovelas, se han trasmitido en más de 60 países y en 20 idiomas distintos. De los estudios de RCTV en Quinta Crespo, en Caracas, han salido obras como «Cristal», «Topacio» y «Leonela». En ese mundo alcanzaron notoriedad internacional actores como Grecia Colmenares, Jeanette Rodríguez, Carlos Mata, José Luis Rodríguez, Maricarmen Regueiro, Ana Karina Manco, Ruddy Rodríguez y Coraima Torres.
La semana pasada, la organización internacional Reporteros sin Fronteras se manifestó preocupa ante la posibilidad de que Chávez no renovar la licencia a RCTV, lo que sería «un atentado al pluralismo editorial».
En Venezuela se han levantado voces denunciando «la tentación de Hugo Chávez de controlar los medios de comunicación en el país». Por ejemplo, el profesor universitario, veterano periodista y ex dirigente gremial Manuel Isidro Molina, asegura que el gobierno de Chávez «aspira a controlar el máximo posible de medios» dentro de su «concepción ideológica y política monopartidista, excluyente y reductora de la pluralidad política y cultural».
Al régimen de Chávez, agrega Molina, le incomodan las críticas «sobre un proceso plagado de inconsecuencias, fracasos y corruptelas». El «credo chavista» se puede observar, explica, en la estatal Venezolana de Televisión y los canales Vive, ANT (del Congreso), Telesur, la Radio Nacional de Venezuela y otras emisoras oficialistas.
Todos esos medios afines a la revolución chavista «han sido reducidas a cajas de propaganda gubernamental grotesca y obscena». «Nunca en Venezuela se había instrumentado tal grado de abuso de poder comunicacional y jamás con argumentos tan cínicos», afirma Molina.
Francisco R. Figueroa
28/12/2006
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