Hugo Chávez se va quedando sin amigos

Francisco R. Figueroa / 25 septiembre 2010

La muerte en un bombardeo del jefe militar de las FARC, el «Mono Jojoy» (Víctor Julio Suárez), de 57 años, restó otro amigo al «duce» venezolano, Hugo Chávez, cuya relación activa y solícita con las guerrillas colombianas parece demostrada, aunque ahora mira hacia otro lado en su papel electorero de hombre de paz.

En su momento, si el Estado colombiano lo permite, se verá qué hay en las tripas de las computadoras halladas en la guarida del «Mono Jojoy» y si hay información que apunta a Chávez como hace dos años las computadoras de «Raúl Reyes» (Luis Edgar Devia) mostraron sus relaciones peligrosas con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), una organización que el mundo democrático considera terrorista y el mandatario venezolano luchadores por la libertad y contra el imperialismo.

En vísperas electorales en Venezuela por los comicios legislativos de este domingo, Chávez se ha limitado a lamentar cautelosamente la muerte de un ser humano, al tiempo que hacía votos por la paz en Colombia, en contraste con sus alharacas por las muertes, en marzo de 2008, primero de «Raúl Reyes», el «número dos» de las FARC abatido en otro bombardeo fulminante de las Fuerzas Armadas colombianas, y luego de su máximo cabecilla, «Tirofijo» (Pedro Antonio Marín), de un ataque al corazón o de cáncer.

La «Operación Sodoma», de tan significativo nombre, ha causado la muerte al «Mono Jojoy» en su madriguera en La Macarena, un bunker en medio de la selva en el departamento del Meta, junto a una veintena de guerrilleros, incluida posiblemente la holandesa Tanja Nijmeijer. Ha sido una perfecta operación de inteligencia militar, un ataque fulminante y el más contundente golpe asestado por el Estado colombiano a las FARC, en pleno corazón, en sus más de 45 años de existencia. Para Colombia, según ha dicho su presidente, Juan Manuel Santos, la muerte del «Mono Jojoy» equivale a que el mundo se hubiera librado de Osama Bin Laden.

A estas alturas hay pocas dudas sobre la intensidad de las relaciones de Chávez con las FARC. Campamentos, campos de entrenamiento o descanso y otros santuarios tolerados en Venezuela; facilidades para el tránsito de armas y drogas, entrega de armamento y dinero; apoyo político como el reconocimiento de legítima «fuerza beligerante» e «insurgente» y un «verdadero Ejército»; declaraciones de respeto «al proyecto bolivariano» de los terroristas y otros elogios, apoyos explícitos y manifestaciones de deseo en el éxito su lucha; auxilio alegadamente «humanitario» y hospitalizaciones de heridos; reabastecimiento, terroristas que adquieren la nacionalidad venezolana, monumentos a los caído como «Tirofijo» en una plaza de Caracas, etc. El «Mono Jojoy» le correspondía en el afecto a Chávez, alias «Ángel» para las FARC, y le «entusiasmaba la revolución chavista».

Algunos analistas han interpretado que tras la reanudación, el mes pasado, de las relaciones diplomáticas entre Caracas y Bogota con salida del poder de Álvaro Uribe, Chávez ha comenzando a distanciarse de las FARC, con la petición que les hizo de abandonar la lucha armada y liberar a todos sus rehenes. Sin embargo, hay quienes consideran que se trata de una posición táctica del gobernante venezolano, de una estrategia coyuntural, una conveniencia supeditada a los fuertes vaivenes internos.

Las computadoras encontradas en el campamento en la frontera con Ecuador donde murió «Raúl Reyes» mostraron información sobre armas, dinero y otras complicidades entre el grupo terrorista y el Gobierno de Chávez. En la guarida del «Mono Jojoy« han aparecido 15 ordenadores, 14 discos duros externos y 94 «pen driver»(memorias USB) que contienen infinitamente más información valiosa sobre las actividades de las FARC y sus amigos y cómplices. Colombia filtró información contenida en las computadoras de «Raúl Reyes» relacionada con Hugo Chávez, para dejar en evidencia al gobernante venezolano, con quien había un serio enfrentamiento. Chávez se había metido hasta los corvejones en los asuntos colombianos. También trascendió en aquella ocasión información de las relaciones de las FARC con el Ecuador de Rafael Correa, sin duda para justificar, entre otras cosas, también la necesidad del ataque en territorio ecuatoriano al campamento guerrillero. Sin embargo, apenas se filtró información sobre las relaciones con las FARC de miembro del brasileño Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y de gente importantísima de su gobierno. ¿Qué ocurrirá con lo hallado en los computadores del «Mono Jojoy»? Se sospecha que hay diez veces información más valiosa que en las de «Raúl Reyes». Si se encuentra datos relacionada con Venezuela (apuesto que los hay), va a depender de la actitud que tenga en los próximos meses Hugo Chávez. Desde luego, el presidente Juan Manuel Santos no va a buscar el enfrentamiento gratuito.

La actitud de Chávez en los próximos meses estará relacionada con el resultado de las elecciones legislativas de mañana y la campaña en la que prácticamente ya está metido en busca de la reelección en 2012. En los comicios de mañana busca una mayoría absoluta de parlamentarios que le permita legalizar sus acciones de gobierno, incluidos desmanes y proyectos delirantes, y también seguir gobernando mayormente por decreto con facultades legislativas delegadas por la Asamblea Nacional, como ha hecho mayormente durante la pasada legislatura. La oposición trata de evitar que Chávez no logre esa mayoría suficiente que le permitiría profundizar su «revolución» o, a juicio de sus rivales, el fenomenal desastre económico, social y político que es hoy Venezuela.

franciscorfigueroa@hotmail.com
www.apuntesiberoamericanos.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Chile!
online casino spelen

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, felicitaciones desde Colombia!